jueves, 12 de septiembre de 2019

Jueves de cosica 3: Criaturas

Pues ya es #juevesdecosica y para los más "motivaos" traemos un nuevo reto que esperamos que os resulte interesante. Se trata de que desde la perspectiva de los jugadores aportéis vuestro granito a la construcción de la nueva aventura a la que os dirigís. Deberéis dar una breve descripción (no hacer una ficha, se pretende dar pautas al DJ de lo que os vais a encontrar y que él lo complete como considere oportuno) del lugar a donde vais y las criaturas que lo habitan. La idea es crear toda una jerarquía de criaturas. Puede ser un puñado de monstruos, con sus esbirros, uno o dos campeones y un Boss a los que enfrentaros, una tribu con sus costumbres y características o las bestias que ocupan un terreno natural. Lo que la imaginación os de.

Se trata de que los jugadores participen en la creación de la aventura pero sin concretar, dando libertad al DJ para poder añadir o matizar en función de las necesidades de la ficción.

Acordaos de añadir el hastag #juevesdecosica03R para facilitar la búsqueda posteriormente.

La premisa es la siguiente:


Vuestro trabajo ha dado sus frutos. Tras unas semanas de hacer trabajos para La Academia de los Búhos, al fin os permiten consultar su biblioteca con un permiso especial. 

Tras un paseo por el laberíntico archivo y decenas de miradas de desaprobación por los miembros más tradicionales de la orden, llegáis a vuestro objetivo. Desencajáis el grueso tomo, que vive apretado junto a sus compañeros.

“Criaturas, tribus, religión y otros detalles del folde norte.
Por Hobulum Júpiter”

¿Que criaturas describe el libro?




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Aquí teneis algunas respuestas recogidas.
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1 comentario:

  1. De recomienda al viajero que lleve la espada preparada desde el primer momento en estas tierras, pues es peligroso salir de viaje sin ella.

    Pasadas las lindes de la marca se entra en una zona de hierba alta donde acechan pequeños grupos de mosntruos, denominados "Piantes" por los lugareños, serguramente por su parecido a las gallinas. En sí no son muy peligrosos, pero un viajero solitario o un grupo confiado puede pasar un mal rato si les sobrepasan en numero. Su ataque suele ser caótico, con un huracán de picos y garras, pero una buena armadura y una ofensiva decidida pueden hacerles frente con pocos daños. Son de naturaleza cobarde y, una vez demostrado que no somos preas facil, no suelen volver a atacar.

    En ocasiones -y como tambien pasa en el salvaje sur- alguno de estos animales incuba por error el huevo de una serpiente. Afortunadamente, de estos huevos no nacen basiliscos, pero si un tipo de cobras particularmente insidiosas: los Príestenes. Estos animales son considerablemente mas peligrosos que los Piantes por su tamaño, resistencia y el veneno de sus colmillos (que, si bien no es mortal, puede dejar inutilizado al mejor de los guerreros). Haran bien los caminantes en llevar consigo antidotos y hierbas que les prevengan de estos animales.

    Pasada esta zona entratemos en las faldas montañosas del Mons Caium. Aconsejamos tener una buena prevision con los bruscos cambios de tiempo (con grandes nevadas incluso en otoño), asi como no meterse alegremente en las cuevas por el riesgo de encontrar Murciñales. Estas bestias, si bien son ciegas, se mueven con facilidad gracias a sus insidiosos gritos -a los humanos y elfos, estos les causan un penetrante dolor de cabeza, esto no pasa con enanos e ignoramos el por qué.

    Los murciñales atacan en la oscuridad de las cuevas o, siempre amparados por la oscuridad de la noche, en sus cercanías. Son criaturas ágiles y dificiles de acertar en la oscuridad, causando heridas con sus afilados espolones incluso a traves de las mejores armaduras. No son muy territoriales y su objetivo suele ser alimentarse, asi que un buen fuego o un par de embites pueden hacer que desistan.

    Por ultimo, y ya en las lindes con el desierto de piedra, cruzaremos las estepas añiles: páramos cruzados por algun pequeño arroyelo y salpicados de extrañso afloramientos de roca. Pese a que el viaje por esta zona es considerablemente mas facil, recomendamos precaución y viaje nocturno, pues es zona de dos grandes depredadores.

    Por un lado tenemos a los Rinoarietes. No son fieras sanguinarias -son grandes manadas de herbiboros acorazados-, pero SI SON TREMENDAMENTE TERRITORIALES. Si un grupo acampa cerca, es muy posible que los adultos carguen contra ellos. De la misma manera, si encienden un fuego suficientemente fuerte, estas besrias tienen el fuerte instinto de correr a apagarlo (y, de paso, atacar a quien lo haya encendido).
    Son robustos, acorazados, de cuernos afilados y fuerte sentido grupal, asi que recomendamos al viajero que no se enemiste con ellos bajo ningun concepto. Si piensa que pueden ser fuente de comida, le recomendamos antes recoger setas (que aqui abundan) u tenga mas cuidado con las raciones que porte.

    Por último, no quiero cerrar el capitulo sin mentar a la criatura mas majestuosa -y peligrosa- de estos lares: el Nykion (o, mal llamado, dragon de roca). Se sabe que usa como nidos las afloraciones rocosas mas amplias y que es capaz de navegar por la tierra con la misma facilidad que las ballenas por el agua.

    Es un enemigo formidable, cubierto practicamente de unas escamas que lo hacen casi invulnerable (aunque existen zonas blandas entre ellas, no aconsejamos que nadie se envalentone a montarlo para poder econtrarlas). Se sabe que puede provocar terremotos considerables y que, de un solo bocado, puede tragarse facilmente a un caballero montado.

    Todo esto, sumado a que el ataque puede venir desde abajo, hacen que la prioridad de cualquier aventurero sea EVITARLO A TODA COSTA.

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